He aquí una estadística que preparé calculada, ésta, para tres o cuatro horas de estada en la calle, visitas a la universidad, tiendas, restaurantes, etc.
Movimientos aproximados que cuesta mantener la irreprochabilidad callejera:
- Miradas al espejo (distintos tamaños, clases y lunas) (25)
- Miradas en los cristales de las vidrieras (60)
- Humedecimiento de los labios (10)
- Acomodamiento rápido de la prenda interior "Sostén" de un tironcito (5)
- Llevada de las manos a los pinches, colets, o cualquiera sea aquello que sujeta el pelo (18)
- Lustrada furtiva de zapatos, restregándolo contra la parte posterior de la pierna (6)
- Imprevistos con respecto a carteras, bolsos, pliegues, cuellos, pantalón, etc. (50)
Total de movimientos 174
Lo que nos hace deducir que, si después de dos años de esta táctica para mantener la irreprochabilidad callejera, este fervor estético alcanza el premio de un "novio", este novio representaría, en el supuesto de que la Irreprochable hubiera salido a la calle nada más que dos veces por semana, cerca de 34.000 movimientos "ad hoc", lo que significa un desgaste muscular, con su correspondiente acumulación de toxinas, digno de un atleta de alto rendimiento.
Y luego, que se atreva alguien a afirmar que un hombre no vale nada.
(En el caso pues, de que alguna amiga, conocida, desconocida pero de sexo símil, se hubiese enojado conmigo, no importa. Declaro que, no les temo enojadas, sino más bien, MANSAS Y SUAVES).