10.4.09

"La pestilente guarida de la oculta ocultadora cuya función es ocultar"

"Hay almas que NO SABEN
por qué recibieron la visita de las desgracias.

Debiera uno encontrarse con sigo misma(o)

para reunirse con el migo de conmigo y ser una sola y misma
entidad con él, tengo que matar al migo para que así muera el con y, de
este modo, anulados los contrarios, la dialéctica suplicante finalizara en
la fusión de los mismos.

Aunque es muy probable sea más fácil seguir así, digamos, así de simple."
(Claro, en la complejidad de lo que para algunos la simplicidad representa).

10 comentarios:

Atisbos dijo...

Traté de pensar bien lo que iba a escribir acá pero resolví no pensar nada. Dejar fluir los dedos y seguir un poco el camino de lo que escribiste tú. Porque quedé pensando en lo que sería la mismidad del yo, de encontrarse con el yo, y la verdad es que yo nunca he sabido quién soy yo. No he tenido la oportunidad ni de eliminarme ni de encontrarme. Eso porque siempre me encuentro inmerso en situaciones por las cuales jamás puedo cumplir un fin, digamos, mi vida nunca ha sido teleológica, es más bien disparatada, a la manera en como explotan los fuegos artificiales. Así yo exploto y me pierdo en la diversidad de las ocurrencias. Por ejemplo, hay una persona a 3 metros a la cual veo y quisiera hablarle, pongo todo mi empeño en caminar hacia allá y de hecho camino, armado de una voluntad que no sé de donde saco, voy, camino, me acerco de a poco y entonces cuando ya estoy a medio metro de esa persona aparece alguien que se la lleva para otro lado, o aparece alguien que me lleva a mí para otro lado. No llego al punto del sí mismo, la meta teleológica de un momento, el fin, el punto final de una línea (que trazará después otra). Conmigo pasa lo mismo, intento pensar bien las cosas que hago, hacer un examen de conciencia, ver qué mierda soy yo, tratar de entenderlo (lo que más entiendo son mis problemas) y también surgen interrupciones que me desmarcan de mi mirada. Esa es la palabra: interrupciones, mi vida siempre es interrumpida, pero eso es parte innata de la vida misma creo, lo que le da belleza, lo que hace que surjan otros tipos de historias. De hecho, ¿qué sería de la vida sin las interrupciones? Imagínate, ver a una persona hermosa con el pelo ondulado, que posee tres nombres y la sonrisa más iluminada que haya visto en esta tierra pasar a mi lado, ahí yo perderé mi mirada en esa persona y olvidaré qué era lo que antes estaba mirando. La vida es pura interrupción, perderse en algo que ilumina y atrae la mirada y los pasos, y naufragar siempre como un hombre que no tiene más que un barco hecho de papel. No tengo nada seguro, sé que la vida es puro caminar y perderse en los bosques. En alguna oportunidad me encontraré con una rosa, creo que ya la he encontrado.

Libertad dijo...

dios me libre de conocerme a mi mismo

Anónimo dijo...

Goethe dijo eso.
No SW.
no existe.

Anónimo dijo...

Dios nos libre

Atisbos dijo...

El otro día en un estado de completo ocio me puse a revisar los blogs de los típicos que escribimos en los blogs y revisé los escritos más antiguos los primeros de cada uno de nosotros y era muy chistoso todos escribíamos cosas súper distintas pero lo peor eran los comentarios los comentarios si que eran diferentes aunque igual cada uno mantiene un estilo medio propio que permanece en el tiempo
es un buen ejercicio a realizar cuando se está aburrido

Atisbos dijo...

Me quedo dormido. Comentar qué. Disculpa. Volví a tener problwmas con lka gente por la chucha. Disculpa. Bueno. En estos momentos lo estoy pasado bie. Hago música con mimna migo, pero salimos a la calle, y.......... mmmmmmmm perdí!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Fracasé!!!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=s9VFp46ulA0

a mí me gusta esta canción!!!
quizás te guste!

Anónimo dijo...

y te quiero mucho
siempre.
un besito

Dailhar dijo...

Sobre una presunta subestimación.

No hay cosa más elevada que el recelo con que se guarda el secreto.
La partición se vuelve confusa, ya que mi "con" queda suelto y se amarra al "migo" de ella. Lo mismo pasa a su "con" respecto de mi "migo". Hay una fuerte indecibilidad: quién está con quién. Peor aún, asumiendo la imposibilidad del "estar juntos", hay algo que se pierde en la maleación: la resistencia se vence para siempre sólo para volver a aparecer, una sobre otra, como problema de la firma. Los guiones duales que nos separarían difieren en su sentido, pero: ¿por qué la necesidad de la fusión, como si ello fuera posible sin una violencia peor, la violencia en tanto sistema de reparticiones, de intenciones jamás verificables?

Sólo puedo pensar una más apta fusión una vez falsada la tesis de la fusión y de toda fusión posible.

Anónimo dijo...

Aferrarse a La Palabra no es lo mismo que aferrarse a la musica
(digan lo que digan - Raphael) pero la música se vuelve tormento ecléctico en el momento ese en el que el pecado se torna multitud en contra etilicidad elaborada en contra paranoia solipsista y una mirada encerrada en el último closet de la pieza.
Raphael no me está ayudando - pero nadie puede ayudarme, digan lo que digan los demás - y la música se acaba, así como se acaban los días y las palabras celestes que iluminan el más lejano de los cielos

(Carlos Riveros)

para hablar de cabellos rojos habría que remontarse al tiempo de los mitos o los abrazos (y eso me llevaría directamente a M.J.). Pero acá se habla de estar estable o estar consciente, quemarse los pies curado entemedio del mar y la tristeza. Y la mujer de pelo rojo (Laurie, la primiera y última novia de Daniel Johnston) socoriiendo y vistiendo al desamparado. Pero si quisiera hablar de auxilio y desamapro, se va directo nuevamente a M.J., ella me dice que falló! (como uno). Laura, Laurie, Rojo no pronuncies más ese escándalo!

(Otilio Geraldo)